Por medio de tu oración y tu ayuno, Jesús te libera de demonios que oprimen tu vida. Esta parte del proceso le corresponde a Jesús, pues sólo Su nombre y Su sangre tienen el poder de liberarte. Jesús dijo: “Si el Hijo los liberta, serán verdaderamente libres” -Juan 8:36.
2. La verdad te hace libre.
Esta parte del proceso es tu responsabilidad. Jesús dijo: “Si permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos, y conocerán la verdad y la verdad los hará libres” -Juan 8:32.Conocer la verdad para ser libre y para permanecer libre es tu trabajo.
En nuestro último post hablamos de que las FORTALEZAS son lugares que Satanás construye en nuestra mente para gobernar y controlar nuestra vida.
Aunque Jesús nos libere en segundos de los demonios que habitan estas fortalezas, las mismas fortalezas aún permanecen en nuestra mente, y lo que hay que hacer es DESTRUIRLAS.
“Las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. Destruimos los argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios; llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo” -2 Corintios 10:4-5.
Las fortalezas están compuestas por argumentos falsos, mentiras, ideas que se levantan contra el conocimiento de Dios y pensamientos dominantes que se rebelan contra Jesús y oprimen tu alma.
El arma poderosa para destruir estas fortalezas es la verdad.
“Tomen la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios” -Efesios 6:17. La Palabra de Dios no es un arma humana, es el arma del Espíritu Santo. Usar la Palabra de Dios activa el poder sobrenatural del Espíritu Santo sobre tu mente para la destrucción de fortalezas.
¿Cómo se usa el arma del Espíritu Santo? ¡Declarando la Palabra de Dios en voz alta! Ésta es la misma estrategia que usó Jesús para vencer a Satanás: “¡Escrito está!”.
No se supone que debas tolerar las mentiras que Satanás usa para destruir tu identidad. Destrúyelas con la verdad. En la Biblia, hay verdades y promesas para cada una de las mentiras que necesitas destruir.
Y tú necesitas conocer estas verdades y estas promesas para SER libre y para PERMANECER en libertad.
1. Lee la Biblia.
2. Memorízala.
3. Medita en ella.
4. Declárala en voz alta.
Confesar la Palabra de Dios tiene un poder sobrenatural.
"En la Biblia, hay verdades y promesas para destruir cada mentira que has creído".
