Fue una de las peores noches de mi vida.
Años de temor y ansiedad se habían aliado para enfrentarme. El peso del presente y el miedo al futuro habían encontrado una forma de oprimir mi pecho y robarse el aire.
Recuerdo haber escuchado por horas, en un susurro violento dentro de mi cabeza: “no has logrado nada”, “no podrás lograr nada”.
Sentí que había dejado de ser yo, que me estaba volviendo loca. Pensé que mi tragedia más grande era no tener el valor de quitarme la vida.
Pero en un segundo de lucidez, me levanté de mi cama y susurré: “Jesús, lucha por mí”.
Después abrí la Biblia en mi celular y encontré la historia de Gedeón, el hombre que había aprendido a esconderse de su enemigo y a vivir con temor.
Una noche, el “ángel del Señor” (a quien muchos teólogos reconocen como Jesús) se le apareció a Gedeón y le ordenó luchar por su vida… y por su pueblo:
“El Señor lo miró y le dijo: Ve tú con la fuerza que tienes y rescata a Israel de los madianitas. ¡Yo soy quien te envía!” (Jueces 6:14NTV).
¿Cómo podía este hombre encontrar el valor para salir de su escondite y enfrentar la vida?
Jesús sabe bien que el valor que necesitamos para vivir la vida y caminar en nuestro propósito NO nace de nuestro interior.
No era un valor sobrenatural lo que Gedeón necesitaba… sino a Dios. TODO Dios. Y eso es lo que Dios le dio, Su presencia:
"El Señor está contigo, valiente guerrero".
(Jueces 6:12LBLA)
La oscuridad más densa de la noche siempre anuncia el amanecer.
En esa noche sombría, Jesús convirtió a Gedeón en el guerrero que Israel necesitaba para ser rescatado.
Sé que has enfrentado noches aterradoras. Has conocido el temor cara a cara. Has sobrevivido a los terrores de la noche.
¡Y SIGUES AQUÍ! Y estás aquí para luchar por tu vida y por tu pueblo.
Puedes vivir la vida y puedes hacer cualquier cosa que Dios te envíe a hacer.
El Señor está contigo.
Tus peores noches no te descalifican, te promueven. Nadie puede robarte lo que aprendiste en una noche tan oscura. Nadie puede arrebatarte al guerrero en que Jesús te convirtió esa noche.
Tu amanecer está acerca.
Muchas gracias por tus escritos llegan a mi vida como manantial a mis huesos secos, confío que Dios me dará la victoria sobre la ansiedad, el llenará de paz dia con día lo corazón y hallare descanso en El. Pido de tus oraciones para mí vida 🙏🏽
Dios te bendiga grandemente que subas siendo un instrumento en esos manos
Hola. Qué alegría saber que no estamos solas en esta lucha. Él ha salvado a tantas personas de los terrores de la noche y lo hará con nosotras una y otra vez, hasta que nuestra mente sea más fuerte y resistente a la ansiedad. No conozco tu nombre pero Dios sí, y estarás en mis oraciones. Gracias por leernos.