Nadie te dice que NO TODO EN TU VIDA ESTÁ MAL. Hay cosas que funcionan, cosas buenas que deberías seguir haciendo o cultivando. Tu pasado no es desechable, no todo lo que eras o hacías está mal.

Nadie te dice que el CRISTIANISMO NO CONSISTE EN CUMPLIR REQUISITOS. No es cambiar tu forma de vestir, ni dejar la música que escuchas. Cumplir requisitos es una trampa que contradice el evangelio de Jesús. Solo el Espíritu Santo puede convencerte de renunciar a algo por amor, no por legalismo.

Nadie te dice que hay una LÍNEA MUY DELGADA ENTRE RELIGIÓN Y RELACIÓN. Puedes sentir que estás cerca de Dios por cumplir requisitos, pero tu corazón puede estar lejos de Él. Cumplir reglas no te acerca a Dios, Jesús te acerca a Dios.

Nadie te dice que SENTIRTE CULPABLE NO ES ESPIRITUAL. La culpa es una trampa para alejarte de Dios. El arrepentimiento, en cambio, te hace correr hacia Dios cada vez que te equivocas.

Nadie te dice que el ESPÍRITU SANTO SE MANIFIESTA DE FORMA PERCEPTIBLE A TU MENTE, inclinando tu corazón hacia Dios con ternura. Aunque no es perceptible a todos nuestros sentidos, es un trabajo sobrenatural.

Nadie te dice que la SALVACIÓN NO OCURRE UNA VEZ, está disponible todos los días. Cada día necesitas experimentar la salvación de Dios en diferentes áreas de tu vida; cada día tienes el poder de volver a empezar en cualquier cosa que no esté funcionando.

Nadie te dice que TU CRECIMIENTO DEPENDE DE TI. No depende de tu pastor, ni de tus líderes. La iglesia existe para animarte y sostenerte, pero tú eres responsable de la condición de tu alma. Nadie puede buscar a Dios por ti.

Nadie te dice que la SANIDAD NO ES AUTOMÁTICA, ES UN PROCESO. Es verdad, la salvación es gratis y Jesús compró nuestra libertad, pero la sanidad es un proceso incómodo que requiere toda nuestra atención y disciplina.

Nadie te dice que ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS TIENE UN PRECIO. De nuevo, la salvación es gratis, pero la persona a quien Dios revela sus planes y secretos lleva una vida de disciplina y oración.

Nadie te dice que TU PEOR ENEMIGO ES LA IGNORANCIA. Dios dice que su “pueblo es destruido por falta de conocimiento” (Oseas 4:6LBLA). Lo peligroso de no conocer la Palabra y el corazón de Dios es que guía a una vida de amargura y mediocridad.

Nadie te dice que EL ENEMIGO A VENCER ERES TÚ, es tu carne. Jesús ya venció a Satanás y al mundo, pero tú tienes que matar a tu naturaleza pecaminosa todos los días y vivir en Jesús.

Nadie te dice que SER CRISTIANO NO TE DA LA AUTORIDAD PARA JUZGAR el estilo de vida de los demás. Ser cristiano no te da superioridad moral, te da poder para amar a las personas.

Nadie te dice que TODOS LOS CRISTIANOS ESTÁN EN UN PROCESO. Algunos son más maduros que otros, algunos podrían llegar a lastimarte porque no han experimentado la sanidad de Jesús en su corazón; pero todos estamos en un proceso de crecimiento.